Las consecuencias de la pandemia han generado en lugares de alojamiento una normalidad desesperante, donde no aumentan las reservas y la déficit cada vez es más notoria.
Al inicio del mes de julio se habilitaron los vuelos internacionales y con ello, mayor afluencia en la capital madrileña pero la alegría solo duro dos semanas. Actualmente «los usuarios siguen igual que la semana pasada, solo en este mes ha habido un incremento en los primeros días del mes» explica Rubén, recepcionista del Hotel Praderon.
No obstante, es lógico que tras culminar una pandemia, muchos viajeros prefieran quedarse en el confort de sus hogares, evitando así el contagio pero «el pánico en los usuarios es claro, tienen miedo a un futuro rebrote» nos afirma Rubén. En otras ocasiones hemos hablado con diferentes hoteles de nuestra localidad y todos afirman aunque sea hay «un poco de miedo» por parte de los huésped.
Por parte del sector hotelero cumplen con el protocolo recomendando, se sigue manteniendo con 1,5 metros entre clientes y la estricta limpieza en la apertura y cierre de las instalaciones.