Javier Adrados, alguien que vive la música tan fuerte como la siente. Una persona con mucho recorrido en el mundo de la música, que sabe lo que hay detrás y más allá del escenario, de lo que se ve. Alguien que desde que era pequeño soñaba con explorar y recorrer un mundo que no conocía más allá de su pueblo burgalés, Moradillo de Roa. Fue su auténtica pasión por la música y por grupos como Mecano que le llevaron a escribir varios libros como Mecano: la fuerza del destino o Mecano: el grupo español más importante de la historia, entre otros. También es seguidor del festival de música más conocido del mundo, Eurovisión, y es consciente de la importancia que este festival ha tenido en la historia de Europa. Por ello, junto a Patricia Godes, el 14 de abril lanzará Yo tampoco gané Eurovisión. Un libro que pretende homenajear a todos los participantes españoles que no lograron ganar el festival. Desde Diario de Sanse hemos podido hablar con Javier Adrados sobre esta obra e indagar un poco más sobre Eurovisión y lo que supone para el mundo más allá de la música.
Pregunta: ¿Por qué te decidiste a realizar este libro?
Respuesta: Siempre he sido seguidor de Eurovisión. El éxito de un grupo o de un cantante es importante tanto por lo que se ve como lo que no se ve. Hay cosas internas dentro. No estanos a acostumbrados a ver que lo de detrás triunfe. Creo que también era necesario homenajear que no triunfaron. Da igual el resultado, fue una noche especial para todos. Ir al festival de Eurovisión muy pocos pueden hacerlo y ya merecen ese reconocimiento.
P: ¿Qué se podrán encontrar los lectores en el libro?
R: Es un recorrido sobre las candidaturas españolas desde 1961 hasta hoy. Solo hemos tenido dos victorias. Lo que se busca es un homenaje a todos españoles que no ganaron. Éxitos después, es necesario hablar con aquellos que no lograron la victoria. La idea es dar voz a todos los artistas que nos han representado.
P: ¿De donde viene tu afición o fanatismo por Eurovisión?
R: Soy seguidor del festival. Me interesa y me apasiona como cualquier otra actividad musical. No me quiero considerar fan. Ser fan a día de hoy parece que es un poco frívolo. La palabra fan está muy negada en muchos ámbitos. Hay que destacar y fijar la atención en la música, es lo que de verdad es bonito.
«Parece que la sociedad impide ser felices y emocionarse»
P: Esa palabra fan, en parte, está denostada, ¿crees que Eurovisión también se está infravalorando o denostando?
R: Hay un punto de infravaloración por parte de la sociedad. Parece que la sociedad hoy en día impide ser felices, emocionarse o, incluso, ‘mariconearse’, por así decirlo. El festival vive hoy en día gracias al movimiento LGTBI. De hecho, nació en uno de los puntos de Alemania donde personas LGTBI estaban condenadas. En España se echa de menos que se presenten artistas consolidados. A España le falta transmitir esa emoción. Tampoco me vale la excusa de los ‘politiqueos’ a la hora de puntuar para infravalorar al festival.
P: Hablando de las puntuaciones y los politiqueos, ¿crees que las puntuaciones de Eurovisión están más relacionadas con la política que con la música?
R: Me quiero creer que no. Yo pienso que lo último a lo que se engaña es al público. Al final hay muy pocas sorpresas finales y se ve desde el principio que canción y que país sale a ganar. Ojalá algún día nosotros desde España salgamos de verdad a ganar.
P: ¿Cuáles son las opciones de España para el próximo festival?
R: Cuando vi que Blas Cantó iba a representar a España me alegré mucho. Pienso que es alguien que lo tiene todo como para poder ganar. Está acostumbrado a grandes escenarios. Sin embargo, cuando escuché la canción cambié de opinión porque veo pocas posibilidades a la canción. No creo que subamos del puesto 20. Ojalá me esté equivocando.
«Para mí Eurovisión es libertad y modernidad»
P: ¿Crees que España volverá a ganar algún día Eurovisión?
R: Espero y me encantaría que sí. Me muero de ganas porque un año el festival se celebre en Madrid o Barcelona. Tengo mucha ilusión por ver el festival realizado en España. La primera persona que compraría la entrada en España sería yo. Yo lo comparo con las olimpiadas, esa alegría y emoción que vivimos en 1992 para mí es comparable a lo que viviría con Eurovisión si se celebrase en España. Yo quiero creer que sí ganaremos porque si no no nos presentaríamos.
P: ¿Hay artistas españoles que hayan merecido ganar o tener más puntuación de la que tuvieron?
R: Sin duda. Betty Misiego, en el año 78. Fuimos los españoles quiénes le quitamos el triunfo. Había un empate entre Israel y España. Los últimos en votar fuimos nosotros y dimos 12 puntos a Israel. Ella me dice que se siente ganadora y aparece en el libro. Otro ejemplo es Anabel Conde, acabó segunda. Fue en un momento en el que el festival no gozaba de buena salud. También hay actuaciones que tan malas no han sido como para encontrarse por debajo del top20. Haciendo el libro me he dado cuenta de quién sale a ganar y quién no.
P: Hablando de los artistas, el año que llamó más la atención fue el de la candidatura del Chiquilicuatre, ¿qué opinas de que nos representara?
R: Con el Chiquilicuatre tengo dos opiniones. En el primer momento estaba enfadado, no entendía porque iba a ir. Por otro lado, la gente le votó y estaba claro que tenía que ir. Él mismo no se lo creía. Yo creo que es el reflejo del dejar las cosas en manos del público. No debería estar en manos del público, porque a veces el criterio no es el mejor. Haciendo el libro me he dado cuenta que los ‘Eurofans’ lo llevan fatal porque piensan que se han reído de ellos. Que no haya mas Chiquilicuatres por favor.
P: Por último, ¿qué es para ti Eurovisión?
R: Para mí es libertad y modernidad. Me gusta mucho estar al día con los problemas que hay en la sociedad. Me gusta estar al lado del desfavorecido. Soy un tipo de un pueblo de Burgos y soñaba con un mundo mejor, un mundo que ni siquiera conocía. Eurovisión creo que siempre ha sido motivo de ilusión y quiero que España gane porque mucha gente seria feliz. Solo tenemos que llevar artistas más consolidados y un mejor escaparate.
Eurovisión, un sentimiento y una pasión para Javier Adrados, el tipo que de pequeño soñaba con un mundo mejor y que Eurovisión le ayuda a tener esa visión. Lo que queda claro tras la entrevista es que Eurovisión va más allá de la música y es y ha sido una corriente social muy importante. España, según Javier, debería salir a ganar. Como el propio Javier, son muchos los que sueñan con que, algún día, España sea la anfitriona de uno de los festivales musicales más importantes del mundo.