El Arroyo Valconejero de Sanse, que transita por gran parte del Parque de los Arroyos, se encuentra actualmente en un mal estado. La borrascas de ‘Filomena’ tiró árboles que todavía ni han sido recogidos y algunas de las orillas de este arroyo se encuentran cubiertas por los árboles. También algunas mesas que sirven como merendero están tapadas. La zona se encuentra desmejorada. Sin embargo, lo más grave se sitúa en las aguas del arroyo. Normalmente no circula agua, tan solo en épocas de lluvia y después se suele secar. En esta ocasión, el arroyo no se ha secado en ningún momento. El motivo es el vertido de aguas que se está realizando desde dos grandes tuberías.
Estos vertidos, de los cuales se desconocen lo que pueden contener, están ocasionando más de un problema entres comunidades de vecinos d ela zona y propios paseantes del Parque de los Arroyos. Toda la zona en la que se encuentra el agua, está a tan solo 50 metros de parques infantiles. Aseguran los vecinos de las comunidades y usuarios del parque, que más de una vez s ele ha escapado la pelota a algún niño y ha estado a punto de caer en aguas de las cuáles, no se sabe que pueden contener. Algunos vecinos temen que puedan ser aguas fecales o cualquier vertido contaminante.
La imagen del arroyo, muestra aguas totalmente negras con un olor desagradable y potente. Además de esto, la suciedad de alrededor se hace visible, no solo en agua, también en los alrededores del arroyo. La borrasca ‘Filomena’ tampoco ha ayudado porque sus consecuencias ha generado restos de ramas caídas que generan rincones donde los incívicos tiran basura. Esta basura se une a los propios vertidos generando un paraje desolador.
Se desconoce si las aguas pueden ser fecales, si las obras de la zona (a 300 metros se están construyendo nuevas urbanizaciones) han ocasionado un desvío de aguas o si los vertidos provienen de las propias obras. Lo que es segura es que ese agua está desembocando en un arroyo natural que, si lleva agua, es de la lluvia y no se suele estancar.
Las comunidades de vecinos aseguran que ya se han movilizado y han avisado varias veces por el peligro que pueda ocasionar. Muchos perros, también, paseaban antes por ahí o aprovechaban para cruzar, ahora no se puede. La poca cantidad de puentes que hay justo en esa zona provoca que muchas personas crucen el arroyo por ahí, incluidos niños, sin saber realmente cuál es el contenido del agua. De hecho, los vecinos se han movilizado y han tratado de tapar la zona con un palé para que niños y paseantes no tengan que asumir el riesgo de pasar por ahí y poder caerse.
A esta zona del arroyo hay que sumarle ‘Filomena’ y sus ramas caídas que todavía no han sido removidas. Este hecho contribuye aun más si cabe al desolador aspecto que vive la zona y de la que las comunidades de este área se quejan.