Este fin de semana la cultura vuelve al Teatro Adolfo Marsillach. El sábado y el domingo contarán con dos espectáculos diferentes. Uno de ellos es una obra que cuenta con 5 premios Réplica y con 4 nominaciones a los premios MAX. El otro se trata d eun musical dirigido a un público familiarr.
‘Ana, también a nosotros nos llevará el olvido’ – Sábado 6 de octubre
Este sábado a las 20:00 y con un precio de 18 euros por la entrada, s epodrá disfrutar de la obra de ‘Ana, también a nosotros nos llevará el olvido’.
Ana es un ama de casa convencional de la España de los años 60 casada con Lope, que acaba de conseguir un puesto en el Ministerio. Los días de Ana transcurren entre las tareas del hogar, la atención a su marido y las visitas a la peluquería de Satur, consejera y amiga. La vida de Ana dará un giro el día que conoce a Vivian, fotógrafa francesa de espíritu libre, que le hará ver que su vida no es lo que ella ansía. Ana se enamora de Vivian, y este amor supone para ella una explosión de contradicciones, miedos y liberación. A través de Vivian y sus fotografías Ana comienza a percibir la realidad, su realidad, de la que querrá a toda costa desasirse.
Son las fotos de Vivian no sólo retratos sociales, sino también obras artísticas. Porque es a través del arte cómo Ana despierta su deseo de volar.
Bethoveen#ParaElisa – Domingo 7 de noviembre
Este domingo le llegará el turno a una comedia musical de público familiar. A las 17:00 y con un precio de 10 euros, las familias disfrutarán de ‘Bethoveen#ParaElisa’.
Una comedia vitalista, musical y alegre, teñida de comedia y energía, que explora el tema de los límites de la educación cuando se confunden con la imposición.
En conmemoración del 250 aniversario del nacimiento de Ludwig van Beethoven.
Teresa Malfatti, amor platónico de Ludwig van Beethoven, le encarga al genio de Viena que componga una pieza para piano dedicada a una joven prodigio que acaba de llegar a la ciudad: Elisabet Barensfeld, a la que cariñosamente llama «Elisa». Teresa Malfatti le confiesa a Beethoven que la composición de la pieza es una excusa para que, además, le imparta clases de piano a la joven Elisa, que está perdiendo la vocación por la música.
Beethoven se obsesiona por complacer a Teresa utilizando todas las estrategias a su disposición para que Elisa no abandone la música. Ludwig descubre que Elisa tiene otra pasión distinta a la música y la joven le enseña a Beethoven que existe la vida más allá del genio, del talento y de la música.