A las 7:20 de la mañana de hoy martes ha llegado a Aranda de Duero el autobús con las personas refugiadas ucranianas que el pasado domingo eran recogidas del centro de registro de la ciudad de Przemyśl (Polonia) con destino a España. Un convoy puesto en marcha gracias a la unión de dos empresas arandinas: Transportes Hernando & Revilla y Diario de la Ribera, confluyendo dos proyectos que se habían gestado para conseguir uno más grande compuesto de un autobús y una furgoneta para recoger personas que huyen de la guerra, y un tráiler que ha llevado material donado por los arandinos y los vecinos de Sanse y Alcobendas.
Sus caras reflejan cansancio por el duro viaje, al que se acumula un esfuerzo anterior para llegar a la frontera con Polonia. También tristeza por lo que dejan atrás, a sus familias y amigos en una guerra que está devorando su país. Pero también alegría por saberse fuera de peligro y, en el caso de la mayoría, por reencontrarse con la parte de su familia que vive en España.
Es el caso de Olga y Juanjo, un matrimonio que vive en A Coruña. Ella es ucraniana y por fin ha podido abrazar a su hermana, a su madre y a sus dos sobrinos. Los dos viajaron ayer hasta Aranda de Duero para recoger a su familia, y mostraban su nerviosismo y su alegría por “tenerles ya a salvo”.
También ha acudido una mujer desde Ávila para recoger a un total de 5 personas: su hermana, sus sobrinos y su madre. “Vivo con mi hija y mi yerno en un piso pequeño con tres habitaciones y sólo un cuarto de baño, ahora vamos a ser ocho de repente, pero nos apañaremos como sea”, explicaba.
En Aranda se quedarán 12 de las 56 personas refugiadas que se han logrado traer desde el convoy. Cuatro se eran trasladadas en la furgoneta hasta San Sebastián, donde un voluntario que ha colaborado con la organización les llevaba a Santander, su lugar de destino. Otros tres han parado en Burgos. El resto, a excepción de los que van a Galicia y a Ávila, viaja a Madrid. Pero algunos de ellos proseguirán su viaje a ciudades como Murcia, Ciudad real o Alicante.
El hotel Villa de Aranda ha sido el lugar donde se les ha recibido en Aranda de Duero, donde han podido desayunar, algunos reencontrarse con sus familiares y, otros, descansar antes de proseguir su viaje en el mismo autobús que les ha traído hasta aquí de Viajes Bayo.
Fernando Hernando, de transportes Hernando & Revilla, explicaba que ha sido un viaja muy cansado “pero volvería a salir para allá mañana mismo si fuese necesario”. Él asegura que no es tan fácil llenar un autocar de pasajeros refugiados destino a España. “A muchos les tenías que explicar dónde estaba España en un mapa, no hay tanta gente que quiera venir aquí porque quieren estar más cerca de su país con la esperanza de regresar pronto”, comentaba.
María Valverde y Manuel Rodríguez han sido los compañeros de Diario de Sanse que han viajado en este convoy desde su salida. “Ha sido muy duro porque conoces a personas con historias realmente complicadas, y miras a los niños y te preguntas cómo puede estar ocurriendo esto”, comentaba María. “Nos hemos quedado paralizados de ver la tragedia que se está viviendo, de saber cómo gente que tenía su trabajo y su vida, de la noche a la mañana lo han perdido todo”, prosigue Manuel.
En cuanto al viaje, no ha habido que destacar grandes incidencias, salvo el malestar de un bebé al que le están saliendo los dientes. Por lo demás, el trayecto ha ido todo lo bien que se esperaba.