Hola a todas.

Bienvenidas otro mes más, este cuarto mes del año 2022 a la concentración mensual que hacemos para denunciar las violencias machistas, y en particular su forma más terrible y cruel, los asesinatos machistas.

Concentración de DigniMujer. Foto: DigniMujer

El 42,1% de las mujeres de 65 o más años han sufrido violencia física, sexual o emocional a lo largo de sus vidas, son las víctimas invisibles de la violencia machista.

Las mujeres mayores ocultan la violencia vivida en bastante mayor medida que el resto de mujeres, con todas las implicaciones que esto conlleva.

Cristina Cantero, Directora de Relaciones Institucionales de ORPEA Ibérica, grupo de residencias de mayores y atención a la dependencia, señala que el colectivo de mujeres mayores es especialmente vulnerable a la violencia de género por esta falta de visibilidad del problema, y apunta que en muchas casos, las residencias pueden desempeñar un papel como cortafuegos: “Las mujeres mayores sufren una doble discriminación. A la propia violencia machista se le añade el edadismo, la discriminación en base a su edad, por la cual la sociedad aún mantiene estereotipos negativos hacia las personas mayores, los cuales imponen barreras a estas mujeres para denunciar el maltrato y a las instituciones para detectarlo.

La falta de una alternativa habitacional lejos del agresor es otro de los principales escollos que tienen las mayores. Las residencias de mayores pueden jugar un papel importante en la lucha contra el maltrato”, añade Cristina Cantero antes de concluir que “las mujeres mayores víctimas de violencia recurren en menor medida a servicios de ayuda psicológica, social o legal, según el CIS. Son casos menos denunciados por las víctimas”.  

La violencia de machista en las mujeres mayores trasciende a las agresiones físicas que, además, son las más visibles y fáciles de detectar. Sin embargo, la violencia va mucho más allá y se puede manifestar de distintas maneras. Algunas de las más destacadas son:

  • Violencia sexual, cuando el agresor ejerce la fuerza y obliga a la pareja a mantener relaciones sexuales no consentidas o emite comentarios  vejatorios.
  • Violencia psicológica o emocional, que se produce cuando la pareja menosprecia la dignidad de la mujer y coarta su libertad.
  • Violencia económica, en la que el hombre controla y limita los recursos que la mujer necesita para su bienestar y el de su familia

Estas últimas manifestaciones de violencia suelen permanecer invisibilizadas a ojos del entorno familiar y personal de la mujer maltratada y, por tanto, dificulta su detección. La soledad no deseada y las situaciones de dependencia o discapacidad en las que viven muchas personas mayores agravan la situación. Con la edad, por tanto, aumenta la vulnerabilidad de las mujeres.

Basta ya, estamos hartas

Basta ya, queremos caminar libres

Basta ya, esto es una emergencia nacional

Estamos aquí para reivindicar que somos la mitad de la población y que nunca nos van a callar, hoy más que nunca, la revolución será feminista o no será.

AYÚDANOS A VISIBILIZAR EL PROBLEMA. NO TE CALLES, NO PERMITAS que esto SIGA FORMANDO PARTE DE NUESTRO DÍA A DÍA. GRITA con nosotras NI UNA MENOS!!

¡NI UNA MENOS, LIBRES NOS QUEREMOS! ¡NI UNA MENOS, LIBRES NOS QUEREMOS!

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