Diversos médicos adjuntos del hospital Infanta Sofía han escrito una carta en la que relatan las «deficiencias» que están sufriendo actualmente los pacientes en urgencias y las causas que han llevado a ello en el centro sanitario de referencia de la zona norte de Madrid.

Foto: Hospital Infanta Sofía

«No podemos más física, ni mentalmente y pese a nuestros ímprobos esfuerzos no estamos pudiendo realizar nuestro trabajo como veníamos haciendo, el cual, allá por 2012 fue motivo de premio a la mejor Urgencia de Madrid», señalan.

Además dan datos para justificar esa pérdida de calidad. «Desde la apertura contamos con 28 adjuntos de plantilla, en comparativa con nuestro hospital gemelo el infanta Leonor que ha llegado a 39 (según la plantilla orgánica de la comunidad de Madrid). Con los contratos COVID tras la pandemia nuestra urgencia ha pasado a 31 adjuntos y el Infanta Leonor a 56″, apuntan.

Y en verano, el presente lo presentan como nada nuevo. «Durante todo el mes de julio, y así parece que va a ser en agosto, estamos haciendo las guardias de fin de semana con entre 2 y 5 adjuntos donde debería haber 9 para cubrir la Urgencia», comentan.

También resaltan la situación de los fines de semana. «Desde hace 3 años, dada la escasez de personal, los puestos de dichas guardias se cubren siempre con un adjunto de menos», expresan.

Otro factor negativo, a su juicio, es el cierre de los SUAP de urgencias. «Este último año se ha objetivado un aumento importante de la presión asistencial en todas las urgencias de la comunidad de Madrid por el cierre de los SUAP de primaria, la falta de personal y el declive de la Atención Primaria y la afluencia de la 2ª a la 7ª ola. Para que sirva como ejemplo en el periodo del 1 al 20 de junio de 2018 se atendieron 6751 urgencias y en el mismo periodo de 2022 se han atendido 9338 Y nosotros con menos adjuntos», aseveran.

Todo ello está teniendo la consecuencia de la «marcha de profesionales de nuestras urgencias a otras con contratos mejores», resaltan en la carta.

Por último, dan a conocer las consecuencias personales. «Los adjuntos de urgencias nos sentimos arrasados después de este año, hay varios adjuntos de baja, otros han tenido que pedir atención en el PAIPSE (programa de atención psíquica al médico enfermo del ICOMEM), otros simplemente han renunciado a su contrato este mes», afirman.

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