La huelga indefinida de los profesionales de las Urgencias del hospital Infanta Sofía, prevista desde el próximo 28 de octubre, ha vuelto a poner el foco en la situación actual del centro sanitario de referencia para la zona norte de Madrid. Sin embargo, la falta de personal y la situación mejorable a nivel laboral afecta a otras áreas.

Ángel, anestesista, del Infanta Sofía explica porque se ha llegado a este paro. «Ha sido un año muy duro para el personal de urgencias y eso ha derivado en el resto de especialidades. Muchos han tenido que ser desplazados de sus puestos hacia otros. Los problemas de urgencias afectan a todas las áreas. Si no tenemos urgencias que fluya,n afecta a todo. También ha habido problemas para cubrir las vacaciones en enfermería porque no tenemos personal. Por ello, los pacientes se han visto afectados porque se han cerrado plantas. Ha sido el peor verano de los 14 años que llevo en el hospital», cuenta con pena.

También los pediatras han sufrido esta circunstancia. «Como ha finalizado la eventualidad de sus contratos, se han ido a otras Comunidades Autónomas. Como consecuencia, tenemos falta de personal en este área, pese a que ha crecido muchísimo en los últimos años. Los anestesistas estamos igual. Estaba saturada la UCI porque no hay personal. Si no hay mejores contratos, es imposible», afirma Ángel.

A su vez, pone el foco en los máximos responsables. «Vemos que la dirección médica y la Gerencia nueva no han estado a la atura. Deberían haber pedido la dimisión a la Consejería, o, al menos, responsabilidades. Sorprende que la dirección no haya levantado todavía la voz», expresa.

Carolina, celadora del Infanta Sofía, sigue el mismo relato que su compañero. «Las plantas están a reventar con las hospitalizaciones. En situación normal hay una capacidad de 30 pacientes por planta ahora hay 50. Meten dos camas por habitación. Por ello, hay malestar de comodidad para el paciente y sus familias. No se pueden quedar por la noche a dormir con los pacientes. Para nosotros también es incómodo porque, aunque las habitaciones vienen preparadas con dos tomas de oxígeno, son pequeñas para dos personas. Se comparten armarios. Estamos muy saturados», comenta.

Por último, pone el foco en los servicios no sanitarios de celadores o limpieza, que pertenecen a la empresa concesionaria. «Hacemos un servicio puramente asistencial. Trabajamos en conjunto con la parte sanitaria. Nos encontramos con que las auxiliares o enfermeras sí tienen un ratio de pacientes/profesional, pero a nosotros no nos han reforzado en cuanto personal. Sale el trabajo porque hacemos sobreesfuerzos»,concluye.

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