San Sebastián de los Reyes ha terminado el año 2022 con el mercado inmobiliario al alza. Si respecto al alquiler la subida era de un 11% respecto a 2021 la compra se mantiene en nivel más asumibles. Y es que los precios de la vivienda en venta de la localidad suben un 1,1% en el último año, según el portal inmobiliario Idealista.
Respecto a corto plazo en diciembre han caído los precios un 1,2%, pero son superiores en un 0,6% respecto al último trimestre. El metro cuadrado está a 2.685 euros. Un piso de 90 metros está a 241.650 euros, de media. Por zonas, Dehesa Vieja ha experimentado una caída de precios en 2022. Son actualmente un 3,1% más baratos que en 2021. Por contra, han tenido una subida del 5,5% en el último trimestre. El metro cuadrado está a 3.435 euros. Un piso de 90 metros se queda en 309.150 euros. Otra zona que ha bajado los precios en el último año en Vega de la Moraleja. Sin embargo está al alza actualmente con un 7,6%. Un piso, de media, cuesta 300.510 euros.
El contraste es el barrio del Praderón. Suma un +15,4% en el último año. Un piso allí cuesta, de media, 250.000 euros. El centro urbano, por su parte, ha vivido una evolución al alza de precios de un 2,7% anual. Los pisos se quedan 220.770 euros, de media, con 90 metros cuadrados.
Por último, La Zaporra y el Polígono Industrial Sur suben sus precios en la media de la localidad. Un 2,2 y 0,5%, respectivamente.
Los expertos inmobiliarios ya alertaban a finales de año de una futura burbuja inmobiliaria para el 2023. Desde Gersol Inmobiliaria, su gerente, José García, no edulcora la realidad. «La subida de precios tiene que ver con la situación actual en su conjunto. No debería ser así, pero influyen los tipos de interés y el precio del dinero. Otra de las causas es que hay gente que pone un precio fuera de mercado a su vivienda cuando la va a vender. Ahora mismo tenemos una cartera amplia de viviendas que no se dan salida. Los compradores no son tontos y observan lo que hay», comenta.
Ante este presente económico se puede avecinar otra crisis del ladrillo. «Se va a llegar a una burbuja inmobiliaria. La situación será muy mala. Tiene toda la pinta que será más fuerte que en 2008. Las viviendas no se van a vender y habrá gente que pida préstamos y no se lo darán», pronostica José.
Sobre la solución a esto, lo tiene claro. «El Gobierno debe tomar cartas en el asunto. Las inmobiliarias no podemos bajar el precio de las viviendas. Al igual que se habla de construir viviendas con precio regulado para jóvenes hay que intervenir en este tema. Si no lo hace llegaremos a una situación insostenible. Los directores de bancos me dicen que vamos a llegar a una catástrofe en el primer trimestre de 2023«, expresa.
Misma visión tienen en Red piso. Julio Benítez, uno de sus agentes comenta: «La subida del IPC y los tipos de interés están afectando a la subida del precio de la vivienda. También la gente tiene más dificultades para acceder a una hipoteca. Hay gente que quiere comprar, pero no puede. Nosotros tenemos pisos en 180.000 euros y hay compradores que piden pisos por debajo. Así es imposible».
Sobre el futuro tampoco da una opinión alegre. «Las previsiones para octubre es que seguirán subiendo los precios. El año que viene va a haber un gran colapso de la economía y esto va a afectar a la construcción y la vivienda. Va a haber una vuelta a la burbuja inmobiliaria», asevera.