El jueves 19 de enero tuvo lugar la inauguración del “Museo de la vergüenza”, un espacio público de 160 m2 abierto de forma permanente y sin fecha de cierre, situado en el Edificio El Caserón -uno de los edificios civiles más antiguos que se conservan en San Sebastián de los Reyes-, dedicado a la tauromaquia y en homenaje a José Ortega Cano.
Poco más podemos decir que no hayamos denunciado ya sobre su creación, para el que han destinado más de 70.000 euros de las arcas públicas y que está siendo publicitado hasta la saciedad desde el Consistorio. Tampoco hay mucho más que informar del homenajeado pregonero, de su trayectoria vinculada a la crueldad taurina y de su paso por prisión, condenado por conducir en estado de embriaguez y provocar la muerte de Carlos Parra, dejando viuda y dos hijos.
Ni las numerosas quejas vecinales por la creación de este espacio presentadas por escrito en el registro municipal, ni los llamamientos en medios de comunicación y redes sociales en rechazo a su apertura, ni las más de 50000 firmas recogidas para detenerlo, con una intensa campaña de la que se han hecho eco medios de ámbito nacional, han servido para que el actual equipo de desgobierno de Narciso Romero (PSOE) y Miguel Ángel Martín Perdiguero (CIUDADANOS) se planteasen ni por un instante recular en su decisión.
Quiero aprovechar estas líneas no para hablar del primero, el Alcalde que lleva desde el 2019 poniéndose de perfil cuando le interesa y conviene, cediendo el protagonismo y atención mediática al segundo, e intentando evitar con ello las críticas y numerosos escándalos de su gobierno, del que es máximo responsable. Pésima estrategia ideada por sus bien remunerados asesores que pretenderán vendernos a un Narciso moderado e inmaculado en la próxima campaña electoral, y que ya les adelanto no dará el resultado esperado.
Hablemos en esta ocasión del segundo, el señor Vicealcalde de Ciudadanos, Delegado de Urbanismo, Seguridad Ciudadana, Festejos y Turismo, entre otros cargos: Miguel Ángel Martín Perdiguero, “Perdi” para los amigos.
El que fue concejal de deportes con su anterior partido político, Partido Popular; otrora líder de la “banda de la Covatilla”,cuya trayectoria y desenlace es de dominio público, e incluso concursante del programa televisivo “Supervivientes”, tuvo a bien dedicarnos unos mensajes, tanto en el acto de inauguración del Museo taurino, como en sus redes sociales.
Durante este acto, hasta en dos ocasiones sacó pecho tan ilustre personalidad del municipio de haber conseguido su objetivo, calificándonos de “acomplejados” a quienes habíamos intentado detener su apertura, y acusándonos de “no ser de Sanse”.
En la misma sintonía están las palabras que nos dedicó en sus redes sociales.
Cuando habla de que se cierra un círculo, debería preocuparse de que no se cierre otro para él en la jornada electoral del próximo 28 de mayo, para alivio de muchos vecinos hartos de su pésima gestión y la prepotencia del que cree que la localidad es su cortijo privado.
Quien estás líneas escribe, así como muchos de quienes me acompañan, podemos decir que hemos vivido en San Sebastián de los Reyes toda nuestra vida desde que nacimos. Orgullosos hijos de emigrantes extremeños, andaluces y de otras regiones, que levantaron este pueblo con su trabajo, esfuerzo y sacrificio diarios, como ahora lo hacen emigrantes de otras latitudes.
Pero entrar en esa dinámica dialéctica supone rebajarse a su nivel intelectual. No es la primera vez que vierte este tipo de comentarios, siendo algo cotidiano en su actividad política. Recordemos que incluso ha recriminado públicamente en los Plenos a concejales electos no ser de Sanse por no haber nacido aquí.
Él, que se dedica a repartir carnets de pertenencia al pueblo, debería saber que no es absolutamente nadie para otorgar tal concesión. Personas que pagamos nuestros impuestos aquí y que tenemos que soportar como este personaje, que en ocasiones recuerda cuando habla al fallecido Jesús Gil en la Marbella de la delincuencia y corrupción, nos retira el derecho de pertenencia al tiempo que malgasta el dinero público que es de todos en beneficiar a la minoría de caciques locales y al lobby taurino para el que trabaja servicialmente.
Quienes desde luego no eran de Sanse, ni han aportado nada positivo a este pueblo, son algunos de los asistentes al acto de inauguración del jueves: Juan José Padilla, Miguel Abellán, Francisco Rivera Ordoñez, Arévalo, personajes de la prensa rosa o Isabel Luna, entre otros, amiga del tauricida que fue contratada por el Ayuntamiento por deseo expreso de éste, en un espectáculo que tuvo un coste de más de 7000 euros.
Perdi se envalentona porque dice que hemos fracasado una vez más. Como si en esta batalla permanente contra su caciquismo, y en defensa de los derechos animales, peleásemos en igualdad de condiciones frente a quienes retienen en su poder todo un municipio y destinan ingentes partidas presupuestarias de dinero público para el disfrute de sus amigos del entorno taurino y los negocios de caciques varios, engrosando la maquinaria de sus perniciosas redes clientelares.
Que un tránsfuga como él afirme que se metió en política por amor a su pueblo no puede provocar más que carcajadas y malestar a partes iguales si atendemos a hechos como su interés en el pelotazo urbanístico del Cerro del Baile, o algunos de los numerosos escándalos que le rodean, como el relativo a las oposiciones a Policía Local y la entrada de reconocidos amigos personales suyos, o el conocido como “caso Persépolis”, por citar algunos.
Disfrute, ilustre Perdi, disfrute su gestión mientras pueda. Pero no se olvide que los vecinos, los del conjunto de la localidad y no solo los de una parte reducida de ella, le han ido conociendo bien; que la política del “pan y toros” que tanto exprime llega un momento en que cae por su propio peso y no dura eternamente; y en definitiva que no hay verdad más cierta que aquella que afirma que en esta vida, todo lo que sube, baja.
Seguiremos firmes aquí, en este nuestro pueblo, dando batalla frente a gente como usted.
Iván F.
Animalistas Sanse