La calidad del aire en Sanse es muy buena. El medidor del municipio vecino de Alcobendas registró ayer un ICA (Índice de Calidad del Aire) de 33, es decir, un nivel bueno porque es menor a 50 puntos, momento donde la calidad del aire empieza a disminuir y se produce una preocupación moderada para un número pequeño de la población.
Así lo explican los datos, de ayer a las 9.00 horas del Centro de Control de Calidad del Aire de Alcobendas, publicados por eltiempo.es. El contaminante principal que afecta al municipio es el ozono (O3). Se encuentra en niveles de concentración de 84 microgramos/m3. Seguido del ozono, está el dióxido de nitrógeno (NO2) con 16 microgramos/m3.
Posteriormente, a las 12.00 horas y según IQ Air, el ICA aumentó hasta 38, continuando con un nivel de calidad del aire bueno para los alcobendenses. El ozono alcanzó niveles de 93, subiendo así nueve puntos, y el dióxido de nitrógeno se mantuvo igual.
Los niveles de las partículas PM10 se encuentran en un positivo nivel 7. Estas pequeñas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, las suelen provocar, según los expertos, las actividades industriales, automóviles o labores agrícolas o de construcción.
Las últimas precipitaciones en Sanse, Alcobendas y en la Comunidad de Madrid son responsable, en parte, de los buenos niveles de la calidad del aire. La lluvia funciona como ‘sistema de limpieza’ de la atmósfera, y es el arma perfecta para su saneamiento ya que las precipitaciones disuelven los gases y la intensidad del aire dispersa los agentes nocivos por el entorno disminuyendo su incidencia.
El agua arrastra, sobre todo, las partículas en suspensión con más de 2,5 micras de diámetro y, después, los gases solubles en agua. Pero también puede producir picos de contaminación por otros gases como el ozono cuando hay una tormenta con rayos.