Las personas no buscamos caridad, buscamos prosperidad.

En las últimas semanas son muchas las noticias que he leído y visto en medios de comunicación sobre los bancos de alimentos, o las mal llamadas «colas del hambre».

En este artículo voy a explicarte, desde una parte profesional y no ideológica, porque este tipo de proyectos no ayudan a terminar con la pobreza, es más… la perpetúan.

Para ello te pido que hagas un ejercicio de imaginación. Piensa que eres una persona que de un día para otro pierdes el trabajo, dejas de percibir el subsidio por desempleo y los gastos y facturas continúan; y por supuesto, no tienes una oportunidad laboral.

En esta situación se encuentran cientos de familias en tu ciudad, entonces ¿qué se puede hacer?

Cuando hablamos de bancos de alimentos o programas similares, estamos hablando de caridad. Donde el pobre recibe unos productos de alimentación, sin tener en cuenta su situación económica, posibilidades, capacidades laborales… van, se ponen en la cola y esperan a recibir alimentos.

Por cierto, alimentos  que no han elegido… son productos que han sido donados por empresas y siempre son los mismos: pasta, latas y productos perecederos… ni hablar de fruta, pescado o carne; lo que hace que no lleven una dieta equilibrada. No sé tú, pero cuando yo voy a hacer la compra me gusta elegir que comprar… entonces, ¿Por qué en esta ocasión debemos elegir por ellos? La persona no goza de libertad de elección; «encima que le dan comida» dirán algunas personas, la libertad de elección siempre debe ser un punto clave de la dignidad humana.

Como te decía, estos proyectos se basan en la caridad y no en los derechos de las persona. Y tiene una gran consecuencia: cuando hablamos de caridad, en el momento que se quiera dejar de darla, la persona se quedará sin nada. Es decir, la caridad supone una posición de superioridad de quién lo organiza, frente a quién lo necesita.

Entonces, ¿por qué las administración públicas o los Ayuntamientos fomentan este tipo de iniciativas? Porque les sale más barato y tiene mucha rentabilidad política.

Les encanta decir que están al lado de las familias vulnerables, «qué buenos somos, les damos de comer», mientras que por otro lado no están cubriendo el personal de Servicios Sociales o están dejando de invertir en este ámbito. Efectivamente, les es más rentable que done la empresa y ellos no inviertan en profesionales del sector social.

Y ojo, esto no es de derecha o de izquierdas… lamentablemente lo he visto en ciudades donde gobiernan unos u otros indistintamente.

Este tipo de programas se suelen promover, además de lo planteado anteriormente, por la falta de conocimiento técnico. Y aquí, es clave de este artículo.

Cuando una persona tiene un dolor de cabeza o estómago acude al centro de salud ¿verdad? Allí un profesional diagnosticara lo que le sucede y le propondrá un plan de intervención para que su situación mejores. Un plan basado en aspectos profesionales y científicos.

Pues lo mismo sucede cuando una persona se encuentra en una situación socialmente vulnerable, como puede ser no encontrarse con recursos económicos. En este caso, deberá acudir a los Servicios Sociales.

Allí una trabajadora social analizará su situación, realizará un diagnóstico y le informará de los recursos a los que tiene derecho y se los tramitará. Pero no solo esto, sino que será capaz de ver las cualidades que tiene la persona y le acompañará en el proceso para que su situación mejore, como por ejemplo, ofreciendo un itinerario laboral.

Porque el objetivo de los Servicios Sociales no es que la persona esté siempre solicitando alimentos; sino que acompañará a la persona a que su situación mejore, tenga una vida más prospera y sea capaz de ser independiente.

Volviendo al ejercicio que te planteaba al principio, ¿cómo quieres que te miren? Desde una posición de superioridad y por caridad; o desde una posición de igualdad y cómo una persona que puede mejorar su situación. Las personas no buscan una limosna, lo que necesitan es un trabajo.

Y ahora que has entendiendo el por qué, ¿qué puedes hacer para mejorar la situación de estas personas? No mires a otro lado, preocúpate por cuánto invierte tu ayuntamiento en Servicios Sociales o si tienen contratado a todo el personal; no des alimentos, informa a las personas de sus derechos o explícale que existen los Servicios Sociales; y trasmite esta información a tus conocidos.

«Las personas no quieren caridad, quieren prosperida»

Víctor Nieto.

1 COMENTARIO

  1. Muchas gracias por la escritura a su autor y a Diario de Sanse por la publicación de este artículo. Ayuda a reflexionar.

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