El Gran Premio de MotoGP de Australia, que prometía ser una victoria segura para Jorge Martín, dio un giro inesperado este fin de semana en el circuito de Phillip Island. Martín, quien se posicionó como el piloto líder durante la mayoría de la carrera, vio cómo sus sueños de victoria se desvanecían debido a una elección arriesgada de neumáticos.
El piloto madrileño, ansioso por redimirse después de un error similar en el GP de Indonesia, apostó por un neumático trasero más blando en lugar del medio, que utilizaba su principal rival en el campeonato, Francesco Bagnaia. La estrategia de Martín parecía pagar dividendos mientras dominaba las 26 primeras vueltas de la carrera, pero a falta de cinco giros, su neumático comenzó a ceder y, en un abrir y cerrar de ojos, perdió su posición de liderazgo.
El piloto italiano Francesco Bagnaia, líder del campeonato, se encontró con otro regalo inesperado, similar al que le ocurrió en Indonesia, cuando Martín sufrió una caída. Esta vez, mientras Martín luchaba por mantener el control, Bagnaia aprovechó la oportunidad para consolidar su ventaja en la clasificación.
Johann Zarco, compañero de equipo de Martín, vio la oportunidad y no dudó en tomar la delantera. Zarco, después de 119 carreras en la categoría MotoGP, logró su primera victoria en la serie. Martín, quien había liderado la mayoría de la carrera, fue superado en la última vuelta por tres pilotos que no dudaron en aprovechar su desgastado neumático trasero.
Lo que debía haber sido una victoria para Jorge Martín y una reducción significativa de la brecha con Bagnaia en el campeonato se convirtió en un duro revés, dejándolo 27 puntos detrás del líder (366 a 339) a solo cuatro carreras para el final de la temporada. El piloto madrileño no va a dejar de intentarlo y luchará con todo en el próximo campeonato de MotoGP.