No pudo ser. El Sanse pone fin a la temporada con un final que nadie quería creer. El equipo de fútbol local ha perdido frente al Zamora en la vuelta de la eliminatoria definitiva por el ascenso a Primera RFEF. Tras el empate de la ida, Matapiñonera se vistió de gala para apoyar a su equipo en una auténtica final. Al Sanse le valía ganar o empatar en 120 minutos, pero el equipo visitante truncó el sueño local para el gozo de la numerosa afición rival desplazada.

Antes del comienzo del partido, el papel de las aficiones y el pique que se ha generado en redes sociales durante la semana parecía que podía influir durante el encuentro. Cientos de zamoranos (con y sin entrada) recibieron a su equipo con bengalas y cánticos. Los sanseros no se quedaron atrás y animaron desde el primer minuto hasta el último. El partido en las gradas también se jugaba. Parte de la afición visitante volvería a ser protagonista tras el partido por la invasión de campo y el túnel de vestuarios del estadio, además del caso omiso a la seguridad.

En cuanto a lo meramente futbolístico, el partido comenzó con un Sanse decidido a imponer su juego. Apenas en el minuto 1, un balón al espacio encontró a Arasa, quien se enfrentó en un mano a mano con el portero zamorano, pero no logró superar al guardameta. El susto para los visitantes fue evidente desde el inicio. En el minuto 8, otra combinación ofensiva del Sanse concluyó con un remate de Perero que se fue fuera. Los madrileños desplegaban su mejor fútbol, controlando el balón con paciencia y buscando el gol con persistencia.

El Zamora, por su parte, optaba por una estrategia de orden táctico y balones largos. A pesar de su planteamiento defensivo, tuvieron un acercamiento peligroso con un centro-chut que Jagoba logró detener. El Sanse continuaba generando oportunidades, con un remate de Arasa que rozó el poste tras un buen centro de Perero al cuarto de hora. El contexto del duelo era claro: el Sanse dominaba la posesión, mientras que el Zamora esperaba su oportunidad a balón parado. Bolo, libre de marca, desperdició una ocasión para los visitantes, rematando fuera. El descanso llegó con un 0-0, pero con una sensación de clara superioridad del Sanse.

Segundo Tiempo: El Gol Sorpresa del Zamora

Tras el descanso, el Sanse mantuvo su estrategia de juego corto y controlado, buscando constantemente el gol. Perero tuvo una oportunidad clara con una jugada personal que finalizó con un disparo fuera. Sin embargo, el fútbol es impredecible. En el minuto 58, Luis, recién ingresado, remató un centro desde la derecha que la defensa del Sanse no supo despejar, poniendo el 0-1 para el Zamora en el marcador. Fue un golpe duro para los franjirrojos, que ahora se veían obligados a remontar.

A la hora de juego, Pablo Álvarez realizó cambios estratégicos, introduciendo a Juancho e Ismael en lugar de Hugo y Saúl, este último con tarjeta amarilla. Juancho, conocido por su habilidad y capacidad goleadora, entraba para intentar cambiar el rumbo del partido. La entrada de los nuevos jugadores revitalizó al Sanse, generando nuevas ocasiones. Arasa, con un cabezazo, volvió a intentarlo sin éxito.

En los últimos 15 minutos, Binke ingresó al campo, aumentando la presión ofensiva del Sanse al jugar con dos delanteros. Su impacto fue inmediato, con un cabezazo que se estrelló en el larguero. Sin embargo, el ritmo del partido se vio continuamente interrumpido por el Zamora, que paraba el juego con faltas y solicitando asistencias médicas, una táctica efectiva aunque frustrante para el Sanse. El Zamora estuvo cerca de aumentar su ventaja, pero Jagoba realizó una espectacular atajada para mantener a su equipo en el partido.

A pesar de los continuos intentos, el Sanse no logró el empate. Arasa tuvo una última oportunidad de cabeza, pero no fue suficiente. Con este resultado, el Sanse se queda en Segunda Federación.

Incidentes con la afición visitante

Tras el pitido final, se produjeron incidentes que no se deberían ver en el mundo del fútbol. El equipo visitante celebró el triunfo junto a las gradas donde se ubicaban sus seguidores. Sin embargo, tras varios minutos de celebración, algunos familiares de los futbolistas bajaron al terreno de juego a celebrarlo junto a ellos. Esto provocó que gran parte de los seguidores que no eran siquiera conocidos o seres queridos de la plantilla invadiesen el túnel de vestuarios del estadio para ceder al terreno de juego. La puerta que conecta la grada con los vestuarios no soportó la insistencia de los aficionados y la seguridad no pudo contener a tantas personas.

El personal del club hizo todo lo que pudo para no permitir el acceso a estos aficionados que, a pesar de las indicaciones, hicieron caso omiso, llegando a insultar e increpar a los trabajadores del Sanse. La policía no pudo hacer nada debido a que eran un bajo número de efectivos. Además de estos hechos, un grupo de unos 20 seguidores del Zamora se encaró y empujó a una trabajadora del club local junto a un aficionado sansero, mientras proferían gritos de «adiós, hijos de puta, adiós». Este ha sido el lado bochornoso de un partido que por lo general, ha sido una auténtica fiesta del fútbol.

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