A escasos metros del hospital Infanta Sofía, junto al camino del Barco y la glorieta en memoria de las víctimas del terrorismo, se encuentra uno de los entornos naturales más cercanos al casco urbano de San Sebastián de los Reyes: el arroyo Quiñones. Sin embargo, tal y como ha podido comprobar Diario de Sanse tras el aviso de varios vecinos, el estado de la zona es preocupante debido a la acumulación de basura durante años.
En un recorrido de apenas 300 metros por el camino y las inmediaciones del arroyo, este medio ha constatado la presencia de cientos de kilos de residuos. Entre los objetos abandonados hay restos de viviendas, muebles, sillones, cintas VHS, bombonas de butano, platos de ducha, ladrillos, azulejos, cristales rotos, ropa, botellas de vidrio, faros de vehículos, parachoques, maletas y una larga lista de enseres y objetos, además de zonas con basura calcinada. La suciedad también se acumula dentro del cauce del arroyo, donde se observan residuos enganchados a ramas y árboles, incluso formando pequeños estanques por el bloqueo del cauce.
Este espacio, con potencial para convertirse en una zona de paseo y naturaleza para los vecinos y senderistas, muestra claros signos de abandono y falta de mantenimiento. Algunos vecinos y partidos como Izquierda Independiente han alertado en anteriores ocasiones de la necesidad de preservar el entorno rural de San Sebastián de los Reyes.
Además del problema medioambiental, se observa una falta de civismo por parte de quienes arrojan estos residuos (particulares y empresas), especialmente cuando se trata de materiales voluminosos o peligrosos.
El Ayuntamiento, por su parte, lanzó hace meses una campaña de concienciación en la que advertía de la imposición de sanciones económicas a quienes depositaran escombros y objetos no autorizados en la calle o zonas naturales. Sin embargo, en este caso concreto, la acumulación parece tener una antigüedad considerable, lo que ha generado críticas por la falta de intervención y seguimiento.