Los residentes del entorno del parque situado entre las calles María Zambrano y Francisco Ayala, en el barrio de Dehesa Vieja, han vuelto a alzar la voz ante los problemas de convivencia que sufren a diario por el uso indebido de esta zona verde por parte de grupos de jóvenes, especialmente durante las noches y fines de semana.
Según han trasladado varios vecinos a Diario de Sanse, el parque se ha convertido en un punto habitual de reunión donde se generan ruidos a altas horas de la noche, se realizan actos vandálicos y se acumulan residuos. Las quejas apuntan no solo al escándalo que perturba el descanso vecinal, sino también al deterioro progresivo del espacio público.

Entre las propuestas que han trasladado al Ayuntamiento se encuentra la posibilidad de establecer un horario de uso del parque o su cierre nocturno para evitar la concentración de grupos durante la noche. “No es de recibo que los niños del barrio tengan que jugar al día siguiente entre restos, mobiliario dañado o pintadas con mensajes ofensivos”, señalan.