Pasan los días y los ciudadanos observan como nuestros políticos son incapaces de llegar a acuerdos para tomar medidas conjuntas de cara a paliar los efectos del coronavirus. Y da igual que sean de izquierdas, de derechas, de centro… La sensación es que cada partido político está mirando más a las urnas y a contentar a su «parroquia» que al presente y futuro tan nefasto para la gran mayoría de los españoles. Ellos tienen su sueldo garantizado ( y no precario precisamente) y el común de los mortales no. ¿Qué tendrá el poder que todo el mundo lo quiere?
En clave nacional asistimos perplejos a la batalla Pedro Sánchez VS Pablo Casado. A nivel autonómico, aquí en Madrid, Díaz Ayuso VS la izquierda. Y en Sanse, Narciso Romero y Perdiguero (son de distinto partido) VS la oposición. Que cada uno/a ponga el orden que quiera. No faltan médicos, como dijo la Presidenta de la Comunidad de Madrid. Sobran políticos incapaces de dejar la ideología y los ataques personales a un lado y ponerse a trabajar todos juntos. Cada uno, en su justa medida, tiene su parte de culpa de esta situación.
Los medios de comunicación somos unos «titiriteros» en esta situación
Y entre el bando de los ciudadanos estamos los medios de comunicación. En periodismo político somos unos «titiriteros» a los cuales la política trata de manejar de manera más o menos sutil. El problema es que muchos mass media se dejan, por recibir publicidad institucional. Cosa que Diario de Sanse no recibe de nuestro ayuntamiento, como sí hacen otros medios de fuera de San Sebastián de los Reyes.
El oficio para que guste a los que mandan va desde copiar y pegar notas de prensa, sin contrastar la información, que nos suelen enviar, o directamente no publicar lo que al poder no le gusta. Diario de Sanse no está en eso, le pesa a quien le pese.
No es de extrañar que el gremio de los políticos esté tan denostado cada vez más
Los ciudadanos, por su parte, en su mayoría, cumplen las normas sanitarias. Mascarilla, lavado de manos, distancia de seguridad… Están demostrando estar mucho más a la altura de las circunstancias que los políticos nacionales, autonómicos y municipales. No es de extrañar que ese gremio esté tan denostado cada vez más. Se lo han ganado a pulso.
Sin embargo, cabe preguntarse lo siguiente. ¿Merecemos mejores políticos o tenemos lo que nos merecemos por votarles? Por ejemplo, en plena pandemia no han sido capaces ninguno de bajarse el sueldo o reducir el número de asesores, ministerios, consejerías, concejalías… Empatía de palabra, se llama. Hubiese sido un pequeño gesto, que les acercaría más a la realidad. Ellos seguirán cobrando, tranquilidad. Lo de llegar a acuerdos ya lo dejamos para más adelante.
Faltan médicos y sobran políticos.