Los profesionales de enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Infanta Sofía, han recibido recientemente, el segundo galardón de la primera edición de los premios “Cuídame” que organiza la Federación de Sanidad y Sectores sociosanitarios de CC.OO. de Madrid en reconocimiento a aquellos profesionales que fomentan con su trabajo las buenas prácticas en su entorno profesional y que lo hacen con el objetivo principal de mejorar la calidad de vida de las personas a las que cuidan.
La pandemia por el virus SARS-COV19 ha generado una elevada presión asistencial en los centros sanitarios en especial en la unidad de críticos, con un incremento del uso de dispositivos ventilatorios. Una de las formas de transmisión del virus son los aerosoles ya que las partículas finas pueden permanecer en suspensión durante horas, con lo que se aumenta su capacidad de propagación. En este sentido, varios profesionales de esta unidad en el Hospital Universitario Infanta Sofía, han elaborado una herramienta que sirva de guía para el montaje de los equipos de soporte ventilatorio, con el objetivo de minimizar la propagación de aerosoles y mejorar el funcionamiento de la ventilación mecánica.
En las Unidades de Cuidados Intensivos, además, se efectúan procedimientos y se administran tratamientos que generan aerosoles haciendo que el riesgo de transmisión sea más elevado. La función de esta herramienta, es dotar a los sanitarios de los conocimientos y recursos necesarios para minimizar el riesgo de contagio a la vez que se mantiene un entorno seguro y se favorece una mejora en el manejo de la vía aérea como propone el proyecto Neumonía Zero.
Para ello, una infografía diseñada tras una revisión bibliográfica por este equipo de enfermería, como apoyo en el correcto montaje de los diferentes ventiladores mecánicos disponibles en la unidad, pretende minimizar la propagación del virus, generando un ambiente más seguro y repercutiendo en una mejora de los cuidados proporcionados al paciente.
En definitiva, formando adecuadamente a los profesionales, los problemas asociados a errores en el montaje o filtrado de la ventilación mecánica se reducirían, mejorando el soporte ventilatorio, lo que incidiría tanto en un aumento de la calidad asistencial, como de la seguridad del paciente y los profesionales.
