Se acerca el día 10 de diciembre, día de los derechos humanos y, como ya es costumbre desde hace algunos años, en San Sebastian de los Reyes se organiza la “Muestra de cine y derechos humanos”.
Una de las películas que se proyectaron en esta muestra fue “Holy Spider”. Se trata de una película durísima que narra una espantosa historia real, que es un ejemplo magnífico de cómo un sistema teocrático y, por tanto, antidemocrático unido a la más salvaje, desconsiderada y repugnante misoginia puede hacer suceder cosas que no deberían tener lugar en ninguna circunstancia en ningún lugar.
Tras la película, de gran calidad y que logra el objetivo de infundir miedo o terror y movilizar conciencias, las activistas iraníes Nilufar Saberi y Fariba Ehsan dedicaron varios minutos a contarnos algo de su experiencia en Irán, su perspectiva de qué debe hacerse para lograr un cambio drástico de régimen- pues una teocracia, dicen, nunca será democrática y el tan comunicado anuncio del fin de la “policía de la moral” en Irán no pasa de ser una medida cosmética de cara a intentar mejorar su imagen pública de cara al exterior*- y transmitirnos su esperanza, por difíciles que parezcan las cosas.
De opinión pública va el asunto del cambio, nos explicaban ambas activistas iraníes y otros activistas locales de Amnistía Internacional, la organización que les invitó a la muestra. De opinión pública que presione, desde simples firmas que apenas cuesta esfuerzo dejar, hasta presión por parte de los gobiernos de muy numerosos países a nivel internacional.
Esperan, por tanto, que España tome una posición clara de rechazo a esta barbarie, empezando por claras y contundentes declaraciones condenatorias seguidas de otras medidas de presión. Algunos de los más significativos pasos que habrían de darse y consecuentes con su función, serían los llevados a cabo por el Ministerio de Igualdad. Así fue expresado por una de esas activistas, que mantiene la esperanza de que haya un pronunciamiento más claro por parte de las instituciones españolas, un pronunciamiento contundente y consecuente que, mantenido en el tiempo y unido a una general mayor presión política, nacional e internacional, pueda hacer que la opinión pública a escala mundial cambie el rumbo de un país cuyo nivel de crueldad en las calles es totalmente execrable.
Son muchas las mujeres, muchos los hombres, muchas las personas, que no apoyan y repudian el régimen teocrático en Irán. Es imprescindible que les apoyemos en la medida de nuestras posibilidades. Podemos ir a actos como este que tuvo lugar en San Sebastián de los Reyes, para darles nuestro apoyo e informarnos mejor de lo que pasa y cómo ayudar. Va a haber otros actos próximos y futuros en distintos lugares. No podemos permitirnos permanecer impasibles ante un régimen que ha demostrado ser de los más destructivos del planeta, frente a esto no caben medidas cosméticas. El bienestar de Irán y, como explican las activistas, del mundo, depende en gran parte de lograr un cambio muy profundo en la forma de gobernar este país para que deje de ser una referencia en la que puedan fijarse otros estados opresores para intentar anular voluntades, apagar el brillo de la vida y ahogar a quienes menos posibilidades tienen.
*Se ha terminado desmitiendo la noticia de que la policía de la moral haya desaparecido o vaya a desaparecer próximamente. El único objetivo de este anuncio ha probado ser intentar parar las protestas.
Laura Ramos
Asistente a dicha sesión de la muestra de cine