El 5 de enero por la tarde, como ya es tradición en San Sebastián de los Reyes, desfiló la cabalga de Reyes del municipio. Fue una cabalgata muy especial porque, no haciendo demasiado frío para ser invierno y  sin las inclemencias climáticas del año pasado por las mismas fechas, acudió a verla mucha gente de muy diversas edades y características. Todos compartían un enorme entusiasmo y muchos unas enormes ganas de coger caramelos.

Fotos cedidas por un vecino

La cabalgata tuvo buenos aciertos en la elección de las temáticas de las carrozas, con  bastante variedad y belleza de diseño, lo cual pudo hacer que el público disfrutase de carrozas que conectan con diversas generaciones al mismo tiempo, como Mortadelo y Filemón, El Pájaro Loco y Pluto, Avatar, El Señor de los Anillos, Los Increíbles, Mulan. Mickey y Minnie, etc. También es digno de mencionarse como gran acierto de este municipio no caer en el error del denominado Blackface y contar con un rey Baltasar como debería ser siempre.

Fue, sin embargo, un error, el reparto de caramelos. Quienes tuvimos la oportunidad de desfilar en la cabalgata, encontramos dificultades en realizar un reparto más o menos equitativo de caramelos. Se nos dieron muy pocos caramelos al principio, que se agotaron enseguida, y hubo un muy largo tramo en el cual no pudimos repartir ningún caramelo. Cuando ya casi estábamos llegando al ayuntamiento, se nos repartieron muchos más. Habría sido mejor repartir, aunque se tratase de la misma cantidad, de otra manera. Para otros años, también puede ser buena idea que se instruya a la gente que desfila para tirar caramelos de la forma más eficiente posible: procurando evitar dañar cabezas y caras, afinando la puntería para colocarlos en bolsas, gorras y sombreros y repartiéndolos de forma más generosa, pero equitativa al mismo tiempo por tramos. Más cantidad de caramelos también sería genial. La variedad en los caramelos en formas, texturas y sabores sí ha sido un gran acierto.

Las caras ilusionadas de los niños, niñas, desde quienes eran casi bebés a quienes ya eran adolescentes eran patentes, pero también las de muchos adultos. Varios aprovecharon para pedir a los pajes de los Reyes que les subieran a la carroza algunas cartas de última hora. Como son magos, hay cosas que se pueden hacer en tiempo exprés.

Con una luna casi llena y un cielo despejado, la tarde-noche fue mágica para pequeños y grandes, así la gran variedad de familias que allí habían acudido se conectaron en la ilusión de crear una noche especial para quienes más quieren y, con el objetivo de ser felices dando y compartiendo. Quienes allí acudimos que ya estamos más crecidos volvimos a conectar con nuestra infancia y nuestra ilusión de transmitir y compartir de otras maneras lo que ha sido muy especial para nosotros y puede serlo aún.

Es hermoso ver un Sanse tan variado, recorrer las calles y ver alguna cara conocida mirando con interés. Cabalgata es compartir ilusiones y pensar en cosas que nos unen a todos. Es regalarnos a todos y, en especial, a la infancia, momentos especiales que, en algunos casos, nunca olvidarán. Será interesante ir estudiando formas más ecológicas de poder mover las carrozas, pues es cierto que hay una crítica medioambiental que no debe ignorarse, pero a mí no me cabe duda de que este evento es digno de protección y valioso para el municipio y sus gentes.

Laura Ramos, participante en la cabalgata de Reyes de San Sebastián de los Reyes 2023

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