Me siento afortunada porque una tarde en la que estoy escribiendo este texto por segunda vez- e insisto tras habérseme borrado todo porque la cuestión me parece importante- me he salvado de una caída que podía haber sido significativa tras tropezar con un bordillo bastante alto a la salida de un garaje en la Avenida de Valdelasfuentes, al esquivar un coche que salía de allí.
Me siento, además, afortunada, porque una amable mujer que pasaba por allí, además de interesarse por mí, dio en el clavo de la cuestión: De ese tropezón con ese bordillo tan prominente yo había salido ilesa, pero es probable que no hubiera sido el caso de una persona invidente o mayor.
Sanse se ha afanado en las últimas semanas en asfaltar numerosas calles, entre las que me consta que estaba la avenida Valdelasfuentes. Aún se está tiempo de revisar este bordillo del garaje más cercano al cruce con la Avenida Maximiliano Puerro del Tell para facilitar la seguridad de transeúntes y vehículos y hacer una ciudad más accesible y amigable para todos.
Laura Ramos, vecina del municipio
