El Sanse está de dulce. En el momento más decisivo de la temporada, el equipo ha sacado a relucir su versión más competitiva para firmar su quinta victoria consecutiva y acariciar una permanencia que parecía lejana no hace tanto. Esta vez, la víctima fue un Rayo Majadahonda que llegaba a Matapiñonera jugándose el play-off de ascenso… y se llevó un baño de intensidad, ambición y eficacia en los primeros minutos.

Los de Manolo Sanlúcar, con la única novedad de Pol Bassa en el once, salieron al campo como leones. El hambre sansero era evidente. En solo seis minutos, un córner desde la izquierda rematado por Piri, con ayuda de un defensa rival, se convirtió en el 1-0. Un tanto que desató la euforia de la grada y marcó el ritmo de una primera parte vertiginosa.

El Rayo respondió con un larguero en una falta directa que pudo empatar el duelo, pero el Sanse no se achicó. Al contrario: quería más. Y lo encontró. En el minuto 16, Mario firmó uno de los goles de la jornada: una falta desde la frontal que se coló por la escuadra. 2-0 y viento a favor para un Sanse que jugaba con confianza, recuperaba rápido y demostraba por qué es el equipo más en forma del momento.

La única nota negativa llegó en el minuto 24, cuando Eneko, pieza clave en la mejoría del equipo, tuvo que retirarse lesionado en el tobillo. Sin él, el conjunto perdió algo de control, pero supo mantener la compostura. El Majadahonda tuvo alguna ocasión aislada, como un disparo alto de Bilal, mientras que Ariel pudo hacer el tercero tras un fallo defensivo. El descanso llegó con un 2-0 tranquilizador y la sensación de que la salvación era ya algo tangible.

Una segunda parte para aguantar

El segundo tiempo tuvo un guion muy diferente. El Sanse reculó, consciente de la ventaja y el contexto. El Rayo intentó apretar, pero se estrelló una y otra vez contra una defensa sólida y un equipo que sabía perfectamente lo que tenía que hacer: resistir. A ratos con apuros, pero sin perder la calma.

Con el paso de los minutos, el partido se fue apagando. No hubo grandes ocasiones ni emoción, pero para los intereses del Sanse, fue el escenario perfecto. El Majadahonda, pese a sus intentos, no encontró el camino. El pitido final certificó un triunfo crucial que deja a los sanseros con 41 puntos, a siete de la salvación y nueve por encima del descenso directo, con solo doce puntos en juego.

El próximo sábado, a las 17:00 horas, el Sanse visitará al Conquense con la ilusión por bandera y la permanencia casi en el bolsillo. Esta vez, el objetivo está muy cerca. Y lo mejor: este equipo ha demostrado que cree, lucha… y gana.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

tres − uno =