«Solo entras con invitación o con una pulsera». Esa es la frase más escuchada entre la seguridad que está en la valla de entrada del Parque de la Navidad de San Sebastián de los Reyes. Y es que solo se puede pisar estos días el Parque de la Marina si se adquiere previamente la entrada que da acceso al recinto por 4 euros. Ese dinero incluye una consumición. Las atracciones van aparte.
«Es muy caro para lo que ofrecen. Además, pagar solo por pisar el lugar me parece un escándalo», comentan algunas madres que quieren llevar a sus hijos al Parque. Otros se quejan de la cantidad de gente que entra con invitación. «Aquí entran gratis determinadas personas y el resto debemos pagar», afirmaba indignada una vecina del lugar.
Por poner un ejemplo de precios altos, una hamburguesa en la zona de restauración sale por 6 euros. Es decir, tres tickets. «Ni que estuviéramos en el Mcdonals», comenta un padre indignado. Y por estar en el área calefactada durante 60 minutos es un total de 12 euros. «Pagar por estar calentitos», resume un trabajador.
Además, el tren de la navidad, también es objeto de polémica. Su entrada es de 2 euros. Y va desde el barrio de Tempranales hasta el Recinto Ferial. Sin embargo, en las redes sociales su aceptación está siendo muy negativa. «Cutre tren para ida y vuelta (robo) que si no lo sabes te deja tirado en Dehesa Boyal , los villancicos para cuando?. MAL!, comenta María en Twitter.
A su vez, otro internauta critica su caracter «ecológico». «¿Alguien puede explicar porqué se supone que este tren es ecológico y luego vas y te lo encuentras en una gasolinera normal y corriente? +
A esto se une la polémica política que contamos en Diario de Sanse sobre el impago por la tasa de ocupación por espacio público de la empresa organizadora, según denuncia Izquierda Independiente.
En definitiva, ni vecinos ni políticos de la oposición están contentos con el funcionamiento del Parque de la Navidad. Vallas, precios altos y pagar por todo son las grandes quejas a las que el Ayuntamiento se tendrá que enfrentar.
