El viernes desayunábamos los medios de comunicación y los vecinos de Sanse con la noticia adelantada por el Diario ABC. «Narciso Romero, ha sido procesado por presunta prevaricación«.El Juzgado de Instrucción número 1 de Alcobendas ha acordado procesarle por promocionar, presuntamente de forma arbitraria, a un sargento de la Policía Local en octubre de 2015, según el citado periódico. Una información lo suficientemente grave como para que el Alcalde de nuestro municipio no se quede en silencio y rinda cuentas públicamente sobre lo sucedido. Tanto si es para defenderse o para atacar a los «malos malísimos» que han publicado esto.

¿Cuál ha sido la respuesta del máximo mandatario de Sanse desde entonces? La nada. Continuar poniendo contenidos en redes sociales sobre el municipio (con fotos del vicealcalde y él incluidas) mientras que el resto de partidos políticos iban dando su opinión. La táctica Rajoy del «pasen días, vengan horas». Tampoco se trata de hacer una rueda de prensa extraordinaria, que tampoco ha hecho en lo que llevamos de Estado de Alarma, sino de emitir un simple comunicado. Si no quiere enfrentarse a preguntas incómodas de la prensa es la solución más sencilla.

Ayuntamiento de Sanse

En medio de esto, PP, Vox, Izquierda Independiente y Podemos han dado su parecer crítico en este tema. Sin embargo, Ciudadanos se ha desmarcado diciendo que «esto no afecta a la gobernabilidad de Sanse» (recordemos que PSOE y Ciudadanos gobiernan en coalición). Y para más inri, el Vicealcalde Perdiguero ha hecho una defensa a ultranza de Narciso Romero para defenderle de los «débiles y los envidiosos», sin dar nombres.

¿Quienes son los débiles y los envidiosos? ¿Los medios de comunicación que hemos publicado una información de interés general? ¿Los partidos de la oposición por opinar de esto? En este país hay libertad de prensa y de expresión. Y a quien le pese es que no ha entendido de qué va esta película.

Luego está el código ético del PSOE, que dice que en el momento que haya juicio oral por un procedimiento penal la persona tendría que dimitir. Un verbo que en política no se usa demasiado, sea el partido que sea. Por tanto, en ese sentido no se esperan grandes movimientos. Además, está por ver si finalmente hay juicio, si los demandantes se echan para atrás en este asunto.

Es una pena que Sanse esté en los titulares de prensa de tirada nacional por cuestiones de tribunales y no por sus fiestas, tradiciones o gran solidaridad de la gente para ayudar a los demás en toda la crisis del coronavirus. Esto tendría que ser un factor más para que el Alcalde de Sanse de explicaciones a los vecinos. Y es que hablando se entiende la gente. El silencio no favorece a la certidumbre ni a la credibilidad.

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